Jornada intensiva en mi empresa; lo que se traduce en salir a las 14:30 horas todos los días, teniendo tiempo para llegar a casa con más hambre que vergüenza, saludar a mi señora, encender la pequeña televisión de la cocina y sintonizar los informativos de Televisión Española, todavía, y por extraño que parezca, ente público, sin haber sido sometido a las ansias privatizadoras de estos gobiernos que padecemos y sufrimos todos los españoles. (A los que la gran mayoría, a unos -de ¿izquierdas?- u otros -de ¿derechas?- pero en definitiva la misma mierda, votan).
Pues bien, esta tarde, una vez sentado a la mesa, entre "tenedorazos" al pisto, algún que otro pinchazo a la pescadilla , Snowden, Evo Morales, militares egipcios, Rajoy, crisis, crisis, más crisis, y tajada de sandía va, tajada de sandía viene, casi me atraganto cuando he escuchado de fondo en la caja tonta que en España se va a producir la manifestación más grande de Europa. ¡Coño!, no me lo puedo creer... ¿que vamos a llevar a cabo algo más grande que el resto de países que conforman este Viejo Continente?, he de decir que la sorpresa me ha asaltado al escuchar la palabra manifestación, ya que a ladrones, caraduras y sinvergüenzas que pululan por nuestras calles, barrios, pueblos, ciudades y provincias, no nos gana ni la madre que nos parió, eso sin contar con el número de parados que mano sobre mano ansían un puesto de trabajo, que hemos roto todas las estadísticas habidas y por haber al respecto. Por tanto, era consciente de que ya somos los primeros de Europa, incluso del mundo en muchos aspectos, pero lo curioso y que ha llamado mi atención es eso, la palabra manifestación.
He girado mi cabeza a la izquierda los grados suficientes para poder mirar fijamente a la pantalla y ¡oohh, sorpresa!, imágenes de archivo de gente, mucha gente, con banderas multicolores (y no era una manifestación de físicos demostrándonos el espectro electromagnético visible al ojo humano, ni demostrando la refracción de la luz), alguna que otra carroza, personajes de todo pelaje, raza y condición, algunos de ellos/as semidesnudo y lo que todos os podéis hacer una idea que hay en ese tipo de manifestaciones sin que tenga que ser más explícito en su descripción.
¡Pues vaya decepción!, aunque tampoco sean de mi agrado, ni muchísimo menos, hubiese preferido una de esas manifestaciones donde gente demócrata y no violenta (por supuesto, faltaría más...), van tocando el tambor y el pito, así como bailando curiosas coreografías al son de sendas chirigotas con acordes de canciones de moda veraniegas de ayer y de hoy, cual charanga de la España profunda, luchando por defender sus derechos y que en cuanto finaliza la "manifa" salen despavoridos como gallinas de corral en busca del bar más cercano, a cinco pavos el cubo de botellines, a celebrar la heroica lucha que han llevado a cabo minutos antes. (Aquí tengo que hacer un pequeño apunte, estas manifestaciones que he descrito en las líneas anteriores no son de mi agrado no porque no esté de acuerdo en lo que defienden o por lo que luchan, si no por su pacifismo, no violencia, por algún tipo de esperpento que asiste a ellas y alguna que otra razón que ahora no viene a cuento. Ya he puesto en alguna entrada de este blog, que este tipo de actos hacen el mismo daño al Gobierno, que el picotazo de un mosquito en el culo de un elefante...hay que luchar de otra manera).
Pero no, nada más lejos de la realidad, la manifestación más grande de Europa -en su ámbito, espero- y que se llevará a cabo en Madrid este sábado 6 de julio, no es otra cosa que el acto central de MADO (Madrid Orgullo), convocada por COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) y por FELGTB (Federación Estatal -no les gusta eso de Española tampoco a esta gente- de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). Su puta madre, hace falta un curso avanzado de criptografía y criptoanálisis para descifrar tanto criptograma, eso, o la piedra Rosetta (sí, la misma que ayudó a descifrar los jeroglíficos egipcios).
Pues sí amigos, como cada año, fiel a su cita, este fin de semana toca circo en el centro de Madrid de nuevo. Volveremos a ver esos diseños a todo color y pomposidad de las carrozas, cargadas de tipos de dudosa estética (este año, con desnudo multitudinario frente al Ministerio de Sanidad por lo visto, sí señor, luchando con dos cojones -nunca mejor dicho-), con sus culos al aire y sus correajes de cuero negro, látigos, fustas y demás elementos de castigo y humillación que tanto les gustan, aunque a mí se me ocurren para dichos artilugios otros usos más "prácticos", lo mismo dejaban de hacerles tanta gracia los grilletes y las cadenas...
El Ayuntamiento de Madrid, a costa de mis putos impuestos, volverá a colaborar con semejante esperpento, que ni al mismísimo Ramón del Valle-Inclán se le hubiese pasado por la cabeza algo así. Efectivos de Policía Municipal, Nacional, SAMUR y servicios de limpieza se pondrán a disposición de la tragicomedia el próximo sábado para uso y disfrute del personal asistente, no necesariamente lesbiana, gay, transexual o bisexual, ya que por lo visto, se ha puesto de moda la asistencia a semejante acto como entretenimiento estival, bajo los efectos de ingentes cantidades de alcohol y otras sustancias psicotrópicas incluido, claro está, si no, ¿qué mierda de manifestación sería esa?, aparte de que dudo mucho que alguien en plena posesión de sus facultades se lo pasara bien en semejante y bochornoso carnaval.
Luego dirán que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, o que la alcaldesa de la Villa y Corte, Ana Botella, son fascitas. Si estas individuas fuesen fascistas, queridos míos, no se permitiría el bochornoso espectáculo que le espera este fin de semana a la capital de España. A ver si empezamos a llamar a las cosas por su nombre de una puta vez.
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