No llevaba ni un par de minutos con dicho canal sintonizado, cuando de repente, en esa misma pantalla situada tras la presentadora del telediario y que mostraba aquélla siniestra imagen de la parte superior de la torre norte del World Trade Center ardiendo apareció algo en escena, un avión que en cuestión de décimas de segundo impactó contra la otra torre, la sur, dejándome completamente "flipado". ¡Mamá, mamá, que esto ya no es un accidente, que se ha impactado otro avión contra la otra torre y aquí no caben casualidades, esto es un atentado!. Aluvión informativo, nervios en Àngels Barceló que hasta ese momento no era consciente del "marrón" que le había caído, mi mando echaba humo, no tanto como las torres, pero lo echaba de la manera de cambiar de canal buscando más y más información, nuevos datos.
Dicen que cuando ocurren acontecimientos de este calibre, todo el mundo se acuerda dónde estaba, qué estaba haciendo y cómo se enteró, cuando se enterara, de una noticia como esta. Y lo corroboro, al menos en mi experiencia personal, que ese aviso de mi madre, esa cara que se me debió quedar cuando vi aparecer aquél avión y estrellarse contra la torre sur, el aluvión informativo al que fuimos sometidos ese día, datos, algunos reales, otros contradictorios y algunos completamente falsos, etcétera, no se me olvidarán jamás, al menos mientras me quede uso de razón.
Todos los años por esta fecha, se nos bombardea de nuevo con las mismas imágenes, algunas inéditas aparecen todos los años, no sé por cuanto tiempo más van a seguir apareciendo imágenes inéditas de todo aquéllo, cosa que no deja de sorprenderme cuanto menos, que diez años después, todavía haya algo nuevo por ver, pero así son las cosas y así nos las cuentan...
Diez años ya de aquel 11 de septiembre de 2001, día en que algunos analistas políticos marcan el punto de inflexión entre el siglo XX y el XXI, día en que al mundo le quedaban pocos años para que no lo conociera ni la madre que lo parió, a partir de ese momento una ola de sangre, muerte y destrucción recorrerá Afganistán e Irak, países invadidos tras burdas mentiras generadas por la maquinaria "thinktanquista" de la administración Bush, sus amigos falderos y gran parte de los dirigentes subidos a esa corriente nefasta de pensamiento que algunos han llamado "neocon" (véase José María Aznar...). Qué de puta madre le vinieron los atentados del 11-S a algunos amigos del Sr. Rumsfield, los cuales según se ha publicado en medios solventes, que yo no me invento nada, vieron aumentar las acciones de sus empresas en desorbitados porcentajes de cuyas cifras no quiero acordarme, ¡que me pongo de una mala hostia si lo hago...!.
En fin, que yo por naturaleza no me suelo creer nada así de buenas a primeras, y mucho menos si me viene servido en bandeja por prensa, radio y televisión, por supuesto completamente parciales todos ya que no van a morder la mano de quien les da de comer, por tanto, sigo sintiendo cierto escepticismo por todo lo que ocurrió aquel famoso día del que hoy se han cumplido 10 años. Es lo que tiene haber leído con especial atención e interés el magnífico libro publicado por Bruno Cardeñosa "11-S, historia de una infamia", haber buceado por cientos de páginas de Internet sobre el tema, haber escuchado, visto y leído diversas entrevistas a todo tipo de expertos en explosivos, pilotos, arquitectos, peritos y un largo etcétera de profesionales que desmienten la versión oficial y qué coño, discurrir con un poco de criterio y abstracción para darse cuenta de que algo, no sé el qué exactamente, huele a podrido, máxime teniendo en cuenta algunos precedentes que a algunos os sonarán, Maine, Pearl Harbour, ¿verdad?...
A mí, del 11-S solo me queda clara una cosa, y es lo que apunto en el título de este artículo, y no es más que eso, que estamos en un mundo diferente ¿o quizás no tanto?..., y creo que no es necesario extenderme más, que cada cual discurra y saque sus propias conclusiones.
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