Comienza aquí la quinta entrega de esta sección dedicada a realizar una pequeña crítica de los libros que voy leyendo. En primer lugar comentar que me ha sido imposible encontrar una imagen de la portada del libro que hoy traigo aquí, así que me he tomado la licencia de colocar una imagen que haga referencia a los dos pilares fundamentales sobre los que se sostiene el ensayo que he terminado de leer, ciencia y religión.
El título del libro, El Señor del azar, y el subtítulo "de cómo Dios rige el cosmos con sus dados" he de decir que son más llamativos que el propio contenido del mismo, con esto no quiero decir que el libro no me haya gustado, simplemente que me ha decepcionado, por llamarlo de alguna manera, ya que se podría considerar un libro científico en cierto modo y he encontrado más religión que ciencia, sobremanera, en la segunda parte del libro.
Tanto las dos partes fundamentales en las que se estructura el libro, así como los subcapítulos en los que se dividen a su vez dichas partes fundamentales, están muy bien seleccionados y muy bien estructurados. El libro sí tiene coherencia y un hilo argumental (si se puede llamar así tratándose de un ensayo). Incluso el autor del libro, se ha permitido estructurar el libro como si de la representación de una obra de teatro se tratase. Es decir, el libro está repartido metafóricamente en actos, representación, tramoya, escenarios, etc, usasndo un lenguaje propio de los escenarios que le hace más amigable al gran público no especialista ni en ciencia ni religión.
Tengo que reconocer que a la parte dedicada íntegramente al asunto científico (de especial interés para mí) no le puedo poner ninguna objeción. Como tantos otros libros de divulgación científica, hace un recorrido por el conocimiento en materias tan diversas como astrofísica, física cuántica, química, biología, geología, antropología y así tocando prácticamente todos los campos de conocimiento que abarca la Ciencia, con mayúsculas. Con un lenguaje ameno, acerca conceptos tan complejos como la relatividad general y especial de Einstein, o las ecuaciones de probabilidad de la física cuántica a todo el mundo, sin grandes tecnicismos y poniendo ejemplos fácilmente entendibles para cada teoría.
Pero sin embargo, la segunda parte, si por mí fuese, la erradicaba completamente del libro. Intenta acercar a dos enemigos íntimos como son la ciencia en general y la física en particular a la religión, especialmente a la religión católica. Y ahí es donde el autor nos lleva a través de tediosos pasajes de la biblia, nos habla del cielo y del infierno, de cómo "Dios" creó el mundo y dio libertad a nuestra alma, habla de ángeles, querubines y ángeles caídos convertidos en demonios, en fin, un auténtico tratado de teología que por muchos intentos que con buena fe haga el autor, son prácticamente irreconciliables.
Pues bien y para terminar, decir lo que he expuesto unas líneas más arriba, que todo el que tenga interés en el libro por el aspecto científico, creo que la primera parte sí le dejará un buen sabor de boca y puedo llegar a decir incluso, que prescinda de la segunda parte para no decepcionarse como yo me he decepcionado.
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