Bajo este título se esconde uno de los libros más didácticos que he leído últimamente. No se le puede dar la consideración de libro de esos que hacen época, pero la verdad que al contrario que los dos últimos libros sobre los que he escrito, éste me ha dejado un muy buen sabor de boca. No podía ser para menos viniendo de uno de mis autores favoritos, del que ya he hablado en alguna que otra ocasión, que no es otro que Bruno Cardeñosa, presentador de la Rosa de los Vientos y director de la revista Historia de Iberia Vieja entre otros menesteres.
Como se puede ver en el subtítulo, "Leyendas urbanas y otros engaños", el libro trata este asunto de una manera perfectamente documentada y derribando una serie de leyendas, mentiras y engaños que están asentadas en la sociedad como verdades absolutas y que sin embargo, sin hacer un gran esfuerzo intelectual, se pueden echar por tierra. Pues no es otra cosa lo que hace Bruno Cardeñosa en el libro que hoy traigo aquí, exponer de una manera objetiva grandes leyendas urbanas de nuestra sociedad. Pero no sólo expone las leyendas, si no que ahonda en ellas, investigando el origen de las mismas, sus medios de difusión, países de procedencia, variaciones de los engaños entre un país y otro y un largo etcétera que tan sólo leyendo el libro, se le puede sacar el provecho que potencialmente tiene el libro.
¿Quién no ha oído hablar del famoso programa Sorpresa, Sorpresa y lo supuestamente aconteció en dicho espacio con una joven, su perro y el famoso cantante latinoamericano Ricky Martin? Seguro que también os suena la explosión del pecho de silicona de Ana Obregón en pleno vuelo. ¿No habéis oído hablar del cuero criogenizado de Walt Disney esperando algún día su descongelación y su "resurrección"? A nadie le es indiferente la falsa creencia de que la Coca Cola es capaz de disolver en tan sólo 48 horas un trozo de carne, o la famosa leyenda de la chica de la curva. En fin, estas y otras muchas mentiras populares son expuestas por el autor de una manera perfectamente analizada y documentada. Y no sólo de leyendas archiconocidas se nutre el libro, hay otras muchas, no tan conocidas por el gran público que seguro que harán a los futuros lectores del libro, no perder la atención ni un solo instante.
Por último, decir que el libro es una recopilación de las leyendas urbanas expuestas por Bruno Cardeñosa en el programa radiofónico La Rosa de los Vientos, mucho más detalladas, explicadas e investigadas. El libro está publicado por la editorial Espejo de Tinta y desde aquí mi recomendación para que leáis este magnífico libro que no os dejará indiferentes.
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jueves, 31 de julio de 2008
jueves, 24 de julio de 2008
Libros #5: El Señor del azar.
Comienza aquí la quinta entrega de esta sección dedicada a realizar una pequeña crítica de los libros que voy leyendo. En primer lugar comentar que me ha sido imposible encontrar una imagen de la portada del libro que hoy traigo aquí, así que me he tomado la licencia de colocar una imagen que haga referencia a los dos pilares fundamentales sobre los que se sostiene el ensayo que he terminado de leer, ciencia y religión.
El título del libro, El Señor del azar, y el subtítulo "de cómo Dios rige el cosmos con sus dados" he de decir que son más llamativos que el propio contenido del mismo, con esto no quiero decir que el libro no me haya gustado, simplemente que me ha decepcionado, por llamarlo de alguna manera, ya que se podría considerar un libro científico en cierto modo y he encontrado más religión que ciencia, sobremanera, en la segunda parte del libro.
Tanto las dos partes fundamentales en las que se estructura el libro, así como los subcapítulos en los que se dividen a su vez dichas partes fundamentales, están muy bien seleccionados y muy bien estructurados. El libro sí tiene coherencia y un hilo argumental (si se puede llamar así tratándose de un ensayo). Incluso el autor del libro, se ha permitido estructurar el libro como si de la representación de una obra de teatro se tratase. Es decir, el libro está repartido metafóricamente en actos, representación, tramoya, escenarios, etc, usasndo un lenguaje propio de los escenarios que le hace más amigable al gran público no especialista ni en ciencia ni religión.
Tengo que reconocer que a la parte dedicada íntegramente al asunto científico (de especial interés para mí) no le puedo poner ninguna objeción. Como tantos otros libros de divulgación científica, hace un recorrido por el conocimiento en materias tan diversas como astrofísica, física cuántica, química, biología, geología, antropología y así tocando prácticamente todos los campos de conocimiento que abarca la Ciencia, con mayúsculas. Con un lenguaje ameno, acerca conceptos tan complejos como la relatividad general y especial de Einstein, o las ecuaciones de probabilidad de la física cuántica a todo el mundo, sin grandes tecnicismos y poniendo ejemplos fácilmente entendibles para cada teoría.
Pero sin embargo, la segunda parte, si por mí fuese, la erradicaba completamente del libro. Intenta acercar a dos enemigos íntimos como son la ciencia en general y la física en particular a la religión, especialmente a la religión católica. Y ahí es donde el autor nos lleva a través de tediosos pasajes de la biblia, nos habla del cielo y del infierno, de cómo "Dios" creó el mundo y dio libertad a nuestra alma, habla de ángeles, querubines y ángeles caídos convertidos en demonios, en fin, un auténtico tratado de teología que por muchos intentos que con buena fe haga el autor, son prácticamente irreconciliables.
Pues bien y para terminar, decir lo que he expuesto unas líneas más arriba, que todo el que tenga interés en el libro por el aspecto científico, creo que la primera parte sí le dejará un buen sabor de boca y puedo llegar a decir incluso, que prescinda de la segunda parte para no decepcionarse como yo me he decepcionado.
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El título del libro, El Señor del azar, y el subtítulo "de cómo Dios rige el cosmos con sus dados" he de decir que son más llamativos que el propio contenido del mismo, con esto no quiero decir que el libro no me haya gustado, simplemente que me ha decepcionado, por llamarlo de alguna manera, ya que se podría considerar un libro científico en cierto modo y he encontrado más religión que ciencia, sobremanera, en la segunda parte del libro.
Tanto las dos partes fundamentales en las que se estructura el libro, así como los subcapítulos en los que se dividen a su vez dichas partes fundamentales, están muy bien seleccionados y muy bien estructurados. El libro sí tiene coherencia y un hilo argumental (si se puede llamar así tratándose de un ensayo). Incluso el autor del libro, se ha permitido estructurar el libro como si de la representación de una obra de teatro se tratase. Es decir, el libro está repartido metafóricamente en actos, representación, tramoya, escenarios, etc, usasndo un lenguaje propio de los escenarios que le hace más amigable al gran público no especialista ni en ciencia ni religión.
Tengo que reconocer que a la parte dedicada íntegramente al asunto científico (de especial interés para mí) no le puedo poner ninguna objeción. Como tantos otros libros de divulgación científica, hace un recorrido por el conocimiento en materias tan diversas como astrofísica, física cuántica, química, biología, geología, antropología y así tocando prácticamente todos los campos de conocimiento que abarca la Ciencia, con mayúsculas. Con un lenguaje ameno, acerca conceptos tan complejos como la relatividad general y especial de Einstein, o las ecuaciones de probabilidad de la física cuántica a todo el mundo, sin grandes tecnicismos y poniendo ejemplos fácilmente entendibles para cada teoría.
Pero sin embargo, la segunda parte, si por mí fuese, la erradicaba completamente del libro. Intenta acercar a dos enemigos íntimos como son la ciencia en general y la física en particular a la religión, especialmente a la religión católica. Y ahí es donde el autor nos lleva a través de tediosos pasajes de la biblia, nos habla del cielo y del infierno, de cómo "Dios" creó el mundo y dio libertad a nuestra alma, habla de ángeles, querubines y ángeles caídos convertidos en demonios, en fin, un auténtico tratado de teología que por muchos intentos que con buena fe haga el autor, son prácticamente irreconciliables.
Pues bien y para terminar, decir lo que he expuesto unas líneas más arriba, que todo el que tenga interés en el libro por el aspecto científico, creo que la primera parte sí le dejará un buen sabor de boca y puedo llegar a decir incluso, que prescinda de la segunda parte para no decepcionarse como yo me he decepcionado.
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jueves, 10 de julio de 2008
Libros #4: Los nuevos jinetes del apocalipsis.
Acabo de terminar de leer este soporífero ensayo, con un título demasiado llamativo e interesante, que para nada hace honor al contenido del libro por diversas razones que expondré lo largo de este post.
Lo primero que quiero decir es que antes de la adquisición del libro no tenía ni la más remota idea de quién era la autora, Lola Canales, y creo haber entendido perfectamente porqué no la conocía, y tener por seguro que por ahora, quizás el tiempo me haga cambiar de opinión, no leeré nada más de la susodicha.
Hacía tiempo que no leía un libro que me haya dejado tan indiferente, que me haya hecho sentir tanta pérdida de tiempo hasta que he logrado digerir las casi trescientas páginas que lo componen, un libro en el que aún leyéndolo sin gana y con apatía, he sido capaz de encontrar algún que otro error de hondo calado y así podría seguir hasta la extenuación.
A lo largo de los seis capítulos que forman la estructura del libro, hace un recorrido muy poco documentado, con un uso abusivo de referencias a noticias de prensa aparecidas en las páginas de actualidad de vete tú a saber qué periódicos sobre todo tipo de "historietas" sin ningún tipo de coherencia y sin un hilo argumental claro. Literaria y narrativamente deja muchísimo que desear desde mi punto de vista, ya que a mí me gustan los libros de los que se pueda aprender algo de semántica y sintaxis (aparte del tema que trate el libro) y no que en más de una ocasión me haya tenido que echar las manos a la cabeza por la mala expresión escrita plasmada en él.
Entrando en el contenido propiamente dicho del ensayo, se puede decir que los temas que trata están a la orden del día y causan la curiosidad de gran parte de la población, ese mérito no hay que quitárselo. Identidad de los pueblos del mundo, en especial el mundo occidental y concretamente el europeo, racismo, xenofobia, capitalismo, medio ambiente, nuevo orden mundial, neoconservadores, think tanks, religión, terrorismo, fundamentalismos, etc. Todo ello mezclado en los seis capítulos que he comentado anteriormente y con una profundización prácticamente nula en cada uno de ellos. El capítulo con el que más me he entretenido ha sido "Orden y Kaos", dedicado íntegramente a los grupos neonazis, neofascitas, y diversas denominaciones de las que la autora hace uso para demostrar su gran desconocimiento de todo ese mundo. Hasta se ha permitido el lujo de incorporar estrofas de ciertas canciones de RAC (Rock Anti Comunista) , cosa que no había visto hasta este libro (y hasta cierto punto no está mal). Un capítulo amplio éste, en el que mezcla a Democracia Nacional, AES, Falanges, CEDADE, España 2000, AuN de Ynestrillas (ya desaparecido el partido y ahora reconvertido en AN), Fuerza Nueva de Blas Piñar, etc, como si de la misma cosa se tratase, demostrando un desconocimiento profundo de la mal llamada "extrema derecha" española.
Otro capítulo está dedicado a las religiones y fundamentalismos (con especial insistencia en el terrorismo islamista y las épocas oscuras de la religión cristiana). El primer capítulo es un recorrido por diversas noticias trágicas dedicadas exclusivamente a la violencia racista y al malestar que se está gestando en europa debido a la llegada masiva de inmigrantes (la autora tiene un claro sesgo hacia la izquierda, así que os podéis imaginar cómo trata todos estos temas). En otro capítulo aparecen los conocidos actualmente como Think Tank (tanques de ideas traducido al castellano, o más claramente fundaciones de estudios geopolíticos y geoestratégicos), mezclados con el partido conservador estadounidense y diversos grupos "neocon" como motores de las ideas liberales, globalizadoras y capitalistas que actualmente gobiernan el mundo.
Y poco más, la verdad. Disculpar si el post de hoy ha salido un poco caótico, pero es que el libro no me ha dado juego a un desarrollo más coherente y claro de su sinopsis. En definitiva, un libro que no recomiendo su lectura, pero aún así, si alguno está interesado en saber qué esconde este libro que hasta la portada es fea, diré que está editado por Espejo de tinta y no es muy difícil encontrarlo en las librerías. (Yo lo compré en la feria del libro antiguo de Madrid por 4 €, y qué 4 € más mal gastados...)
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Lo primero que quiero decir es que antes de la adquisición del libro no tenía ni la más remota idea de quién era la autora, Lola Canales, y creo haber entendido perfectamente porqué no la conocía, y tener por seguro que por ahora, quizás el tiempo me haga cambiar de opinión, no leeré nada más de la susodicha.
Hacía tiempo que no leía un libro que me haya dejado tan indiferente, que me haya hecho sentir tanta pérdida de tiempo hasta que he logrado digerir las casi trescientas páginas que lo componen, un libro en el que aún leyéndolo sin gana y con apatía, he sido capaz de encontrar algún que otro error de hondo calado y así podría seguir hasta la extenuación.
A lo largo de los seis capítulos que forman la estructura del libro, hace un recorrido muy poco documentado, con un uso abusivo de referencias a noticias de prensa aparecidas en las páginas de actualidad de vete tú a saber qué periódicos sobre todo tipo de "historietas" sin ningún tipo de coherencia y sin un hilo argumental claro. Literaria y narrativamente deja muchísimo que desear desde mi punto de vista, ya que a mí me gustan los libros de los que se pueda aprender algo de semántica y sintaxis (aparte del tema que trate el libro) y no que en más de una ocasión me haya tenido que echar las manos a la cabeza por la mala expresión escrita plasmada en él.
Entrando en el contenido propiamente dicho del ensayo, se puede decir que los temas que trata están a la orden del día y causan la curiosidad de gran parte de la población, ese mérito no hay que quitárselo. Identidad de los pueblos del mundo, en especial el mundo occidental y concretamente el europeo, racismo, xenofobia, capitalismo, medio ambiente, nuevo orden mundial, neoconservadores, think tanks, religión, terrorismo, fundamentalismos, etc. Todo ello mezclado en los seis capítulos que he comentado anteriormente y con una profundización prácticamente nula en cada uno de ellos. El capítulo con el que más me he entretenido ha sido "Orden y Kaos", dedicado íntegramente a los grupos neonazis, neofascitas, y diversas denominaciones de las que la autora hace uso para demostrar su gran desconocimiento de todo ese mundo. Hasta se ha permitido el lujo de incorporar estrofas de ciertas canciones de RAC (Rock Anti Comunista) , cosa que no había visto hasta este libro (y hasta cierto punto no está mal). Un capítulo amplio éste, en el que mezcla a Democracia Nacional, AES, Falanges, CEDADE, España 2000, AuN de Ynestrillas (ya desaparecido el partido y ahora reconvertido en AN), Fuerza Nueva de Blas Piñar, etc, como si de la misma cosa se tratase, demostrando un desconocimiento profundo de la mal llamada "extrema derecha" española.
Otro capítulo está dedicado a las religiones y fundamentalismos (con especial insistencia en el terrorismo islamista y las épocas oscuras de la religión cristiana). El primer capítulo es un recorrido por diversas noticias trágicas dedicadas exclusivamente a la violencia racista y al malestar que se está gestando en europa debido a la llegada masiva de inmigrantes (la autora tiene un claro sesgo hacia la izquierda, así que os podéis imaginar cómo trata todos estos temas). En otro capítulo aparecen los conocidos actualmente como Think Tank (tanques de ideas traducido al castellano, o más claramente fundaciones de estudios geopolíticos y geoestratégicos), mezclados con el partido conservador estadounidense y diversos grupos "neocon" como motores de las ideas liberales, globalizadoras y capitalistas que actualmente gobiernan el mundo.
Y poco más, la verdad. Disculpar si el post de hoy ha salido un poco caótico, pero es que el libro no me ha dado juego a un desarrollo más coherente y claro de su sinopsis. En definitiva, un libro que no recomiendo su lectura, pero aún así, si alguno está interesado en saber qué esconde este libro que hasta la portada es fea, diré que está editado por Espejo de tinta y no es muy difícil encontrarlo en las librerías. (Yo lo compré en la feria del libro antiguo de Madrid por 4 €, y qué 4 € más mal gastados...)
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miércoles, 9 de julio de 2008
Adiós, bombas de racimo.
En el día de hoy, he estado siguiendo con cierta inquietud la noticia que ha saltado a los titulares de la información de ámbito nacional tanto en telediarios, informativos radiofónicos y prensa escrita, tanto electrónica como en papel. Dicha noticia no es otra que el anuncio de la ministra de defensa de iniciar los trámites para la destrucción de más de 5.000 bombas de racimo de los arsenales militares españoles, así como una moratoria unilateral sobre la producción de ese tipo de armas.
Bien, para aquéllos que sean profanos en materia de armamento (yo no soy ningún experto, pero sí tengo algún interés, meramente curioso, en este tipo de temas), les diré que las bombas de racimo son bombas de caída libre, que se pueden lanzar desde el aire, o bien desde el suelo y que al alcanzar cierta altura medida por un altímetro, totalmente graduable, ésta se abre dejando caer cientos de sub-municiones de diversos tipos, de alto poder explosivo, antipista, antipersona, perforantes, incendiarias, etc. Hay diversos acuerdos internacionales (esos que nadie cumple, salvo los países títeres y mamarrachos de siempre), el último de ellos de mayo de este mismo año, para que los países firmantes de dicho pacto se deshagan de sus arsenales de este tipo de bombas y España cómo no, últimamente en la vanguardia de todo aquéllo que tenga que ver con pacifismo y antimilitarismo, ya ha anunciado la destrucción de su parque de este tipo de bombas de manera prácticamente inminente.
Completamente de acuerdo en que dichos artefactos son los causantes de cientos de muertes de personal civil, incluso una vez acabado el conflicto bélico, debido a que entre un 5 y un 30 por ciento de la sub-munición de la que hablaba antes, queda esparcida en un perímetro considerable de terreno y no estalla en el momento puntual del lanzamiento del artefacto, queda en forma de "minas antipersona" que puede ser manipulada por cualquier persona, especialmente niños lo que ha generado y genera demasiados casos de mutilaciones y muertes fuera del conflicto como mencionaba antes. Pero bien es cierto que una decisión de este tipo no hay que tomarla a la ligera y hay que valorar los aspectos positivos y negativos que una medida como la propuesta por la ministra acarrea para con la defensa nacional.
En muchas ocasiones el poseer cierto tipo de armamento (léase cabezas nucleares por poner un ejemplo lo suficientemente ilustrativo) evita el conflicto. Aquí puedo hacer referencia a la guerra fría entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, ambas potencias nucleares (con cantidades ingentes de armamento nuclear esparcidos por toda su geografía) y el uno por el otro y el otro por el uno, jamás tuvieron un conflicto armado. No hace falta irse tan lejos, actualmente hay dos potencias nucleares que si no han entrado en guerra abierta es también debido a la posesión por ambas de un poderosísimo arsenal nuclear, hablo de India y Pakistán. Sirvan los argumentos anteriores para refrendar mi tesis de que la posesión de cierto armamento hace que el posible enemigo se piense muy mucho un ataque.
Yo tan sólo quiero decirle desde aquí a la nueva Ministra de Defensa, que ya puestos, ponga en práctica las siguientes medidas para convertir a España en referente mundial de pacifismo. Que cambie los subfusiles, fusiles y granadas de asalto de nuestros soldados por pistolas y globos de agua, el uniforme mimetizado lo convierta en pantalón vaquero y chaqueta de pana (por lo de la vestimenta progre), los cuarteles se los ceda a cualquier ONG y que hagan de ellos improvisados centros de acogida de inmigrantes. Las fragatas, buques de guerra y portaaviones los done a Salvamento Marítimo para que no haya tantos muertos cuando una patera naufraga, que los cazabombarderos, aviones de transporte militar y helicópteros sirvan para repartir panfletos propagandísticos (de la izquierda, claro está) en época de elecciones y cuando no haya elecciones, pasquines informativos de lo bien que lo están haciendo una vez ganadas éstas. Y que cuando España entre en conflicto armado con algún otro país (que todo puede pasar), la guerra sea como la planteada por Juan Muñoz (autor favorito de mi infancia) en su libro Fray Perico en la guerra (si no lo habéis leído...hacerlo para saber de qué estoy hablando, jaja).
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Bien, para aquéllos que sean profanos en materia de armamento (yo no soy ningún experto, pero sí tengo algún interés, meramente curioso, en este tipo de temas), les diré que las bombas de racimo son bombas de caída libre, que se pueden lanzar desde el aire, o bien desde el suelo y que al alcanzar cierta altura medida por un altímetro, totalmente graduable, ésta se abre dejando caer cientos de sub-municiones de diversos tipos, de alto poder explosivo, antipista, antipersona, perforantes, incendiarias, etc. Hay diversos acuerdos internacionales (esos que nadie cumple, salvo los países títeres y mamarrachos de siempre), el último de ellos de mayo de este mismo año, para que los países firmantes de dicho pacto se deshagan de sus arsenales de este tipo de bombas y España cómo no, últimamente en la vanguardia de todo aquéllo que tenga que ver con pacifismo y antimilitarismo, ya ha anunciado la destrucción de su parque de este tipo de bombas de manera prácticamente inminente.
Completamente de acuerdo en que dichos artefactos son los causantes de cientos de muertes de personal civil, incluso una vez acabado el conflicto bélico, debido a que entre un 5 y un 30 por ciento de la sub-munición de la que hablaba antes, queda esparcida en un perímetro considerable de terreno y no estalla en el momento puntual del lanzamiento del artefacto, queda en forma de "minas antipersona" que puede ser manipulada por cualquier persona, especialmente niños lo que ha generado y genera demasiados casos de mutilaciones y muertes fuera del conflicto como mencionaba antes. Pero bien es cierto que una decisión de este tipo no hay que tomarla a la ligera y hay que valorar los aspectos positivos y negativos que una medida como la propuesta por la ministra acarrea para con la defensa nacional.
En muchas ocasiones el poseer cierto tipo de armamento (léase cabezas nucleares por poner un ejemplo lo suficientemente ilustrativo) evita el conflicto. Aquí puedo hacer referencia a la guerra fría entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, ambas potencias nucleares (con cantidades ingentes de armamento nuclear esparcidos por toda su geografía) y el uno por el otro y el otro por el uno, jamás tuvieron un conflicto armado. No hace falta irse tan lejos, actualmente hay dos potencias nucleares que si no han entrado en guerra abierta es también debido a la posesión por ambas de un poderosísimo arsenal nuclear, hablo de India y Pakistán. Sirvan los argumentos anteriores para refrendar mi tesis de que la posesión de cierto armamento hace que el posible enemigo se piense muy mucho un ataque.
Yo tan sólo quiero decirle desde aquí a la nueva Ministra de Defensa, que ya puestos, ponga en práctica las siguientes medidas para convertir a España en referente mundial de pacifismo. Que cambie los subfusiles, fusiles y granadas de asalto de nuestros soldados por pistolas y globos de agua, el uniforme mimetizado lo convierta en pantalón vaquero y chaqueta de pana (por lo de la vestimenta progre), los cuarteles se los ceda a cualquier ONG y que hagan de ellos improvisados centros de acogida de inmigrantes. Las fragatas, buques de guerra y portaaviones los done a Salvamento Marítimo para que no haya tantos muertos cuando una patera naufraga, que los cazabombarderos, aviones de transporte militar y helicópteros sirvan para repartir panfletos propagandísticos (de la izquierda, claro está) en época de elecciones y cuando no haya elecciones, pasquines informativos de lo bien que lo están haciendo una vez ganadas éstas. Y que cuando España entre en conflicto armado con algún otro país (que todo puede pasar), la guerra sea como la planteada por Juan Muñoz (autor favorito de mi infancia) en su libro Fray Perico en la guerra (si no lo habéis leído...hacerlo para saber de qué estoy hablando, jaja).
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sábado, 5 de julio de 2008
Sobre anarquía, comunismo y demás ralea.
Anoche asistí a un concierto de Celtas Cortos, invitados este año a las fiestas que con motivo de la celebración de las fiestas en honor de San Blas, se llevan a cabo en el barrio madrileño de ese mismo nombre. El concierto no fue muy tarde, era gratuito y mi novia junto a algún que otro cuñado se empeñaron en ir, así que allí me vi. En dicho espectáculo observé y escuché algo, que no tenía sentido ninguno, es más me pareció ridículo hasta límites insospechados y es el tema que traigo hoy aquí, pero empezaré desde el principio.
Tras unos momentos de espera, gente gritando, banderas con todo tipo de símbolos ondeando al viento y algún que otro "mini" y "canuto" pasando de mano en mano (no por las mías, a ver qué vais a creer), aparecieron en escena los integrantes de dicho grupo y en el centro a Jesús Cifuentes, guitarrista y cantante del mismo con una camiseta que en su parte delantera estaba ocupada íntegramente por el rostro más comercial de la historia, con permiso de Jesucristo, el revolucionario Ernesto Che Guevara. Hasta ahí bien, pero mi reflexión vino más adelante cuando dicho personaje lanzó un grito que venía a decir algo así como que "buscamos la anarquía", aunque ahora mismo no recuerdo las palabras textuales.
Soy consciente de que mucha gente tiene bastante lagunas ideológicas o de concepto con todo esto de las ideología llamadas de extrema izquierda, antisistema o como demonios se llamen o se hagan llamar hoy día (Comunismo, Anarquismo, Socialismo, Bolchevismo, Marxismo, etc.). Voy a intentar exponer de la manera más objetiva posible la diferencia entre dos de las ideologías expuestas en los paréntesis anteriores, Anarquismo y Comunismo, y ya veréis cómo tras leer el artículo también os sorprenderéis de que el cantante de Celtas Cortos llevase dicha camiseta y lanzara consignas en pro de la anarquía.
Estaréis de acuerdo conmigo con que si acudimos a la bibliografía de la obra teórico de Ernesto Che Guevara, lo podemos considerar como un marxista heterodoxo, pero marxista al fin y al cabo y qué prueba más evidente para demostrar lo anterior que los altos cargos que ocupó en el Gobierno de Fidel Castro, una vez tomada y derrotada Cuba por las hordas revolucionarias comandadas por estos dos personajes junto a otro que su nombre siempre ha despertado cierta gracia en mí, Camilo Cienfuegos. Pues sirvan estas líneas como exposición de motivos para ver la diferencia entre el Marxismo y el Anarquismo desde el punto de vista semántico atendiendo a la definición de Anarquismo y Comunismo dadas por la R.A.E.
En dicho diccionario, encontramos dos acepciones para el término Anarquismo:
1.- Doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder.
2.- Movimiento social inspirado por esta doctrina.
Para el término Comunismo encontramos tres acepciones que son las siguientes:
1.- Doctrina que propugna una organización social en que los bienes son propiedad común.
2.- Doctrina formulada por Karl Marx y Friedrich Engels, teóricos socialistas alemanes del siglo XIX, y desarrollada y realizada por Lenin, revolucionario ruso de principio del siglo XX, y sus continuadores, que interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, de la que haya desaparecido el Estado.
3.- Movimiento político inspirado en esta doctrina.
Atendiendo a dichas definiciones, se pueden observar diferencias solventes entre ambas. Yo veo una diferencia fundamental entre la definición número 1 de Anarquismo y la definición número 1 de Comunismo. La anarquía propugna la desaparición de todo poder, así como del Estado, mientras que el Comunismo propugna una organización social en que los bienes... etc. Bien, primera diferencia, que es la esencia de la incompatibilidad de ambas ideologías. Sí es cierto que el fin último del Comunismo es la desaparición del Estado, hecho este que jamás ha ocurrido en los regímenes comunistas. Es más, dichos sistemas políticos siempre han tenido como pilar de sustento su base estatal y si no pensar en la antigua Unión Soviética o las actuales Cuba, China o Korea del Norte. Pero el Comunismo asume la desaparición del Estado (de manera teórica, nunca llevado a la práctica) con una visión internacionalista de su ideología, como ausencia de fronteras entre Naciones, no como un vacío de poder como sí asume como propio el Anarquismo. De hecho en la segunda acepción de Comunismo queda patente mi tesis: ... que interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción. Todos los regímenes comunistas que se han implantado en alguna nación han quedado en la mal llamada dictadura del proletariado, ninguno ha conseguido la internacionalización que tanto ansían.
En definitiva, que el Comunismo allí donde ha sido implantado o impuesto, ha quedado, queda y me atrevo a decir que quedará si alguna nación lo asume, como una férrea dictadura, con el Estado como principal motor de la vida política, social, económica y cultural, con un militarismo exhacerbado y con el culto al líder como guía "espiritual" de la nación.
Por todo lo anterior, me sorprendió la actitud de Cifuentes en el concierto, llevando la camiseta del Che Guevara y a su vez pidiendo la anarquía con gestos y palabras. Pero no es el único que quizás confunda los términos. Como dicen por ahí, mal de muchos, consuelo de tontos.
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Tras unos momentos de espera, gente gritando, banderas con todo tipo de símbolos ondeando al viento y algún que otro "mini" y "canuto" pasando de mano en mano (no por las mías, a ver qué vais a creer), aparecieron en escena los integrantes de dicho grupo y en el centro a Jesús Cifuentes, guitarrista y cantante del mismo con una camiseta que en su parte delantera estaba ocupada íntegramente por el rostro más comercial de la historia, con permiso de Jesucristo, el revolucionario Ernesto Che Guevara. Hasta ahí bien, pero mi reflexión vino más adelante cuando dicho personaje lanzó un grito que venía a decir algo así como que "buscamos la anarquía", aunque ahora mismo no recuerdo las palabras textuales.
Soy consciente de que mucha gente tiene bastante lagunas ideológicas o de concepto con todo esto de las ideología llamadas de extrema izquierda, antisistema o como demonios se llamen o se hagan llamar hoy día (Comunismo, Anarquismo, Socialismo, Bolchevismo, Marxismo, etc.). Voy a intentar exponer de la manera más objetiva posible la diferencia entre dos de las ideologías expuestas en los paréntesis anteriores, Anarquismo y Comunismo, y ya veréis cómo tras leer el artículo también os sorprenderéis de que el cantante de Celtas Cortos llevase dicha camiseta y lanzara consignas en pro de la anarquía.
Estaréis de acuerdo conmigo con que si acudimos a la bibliografía de la obra teórico de Ernesto Che Guevara, lo podemos considerar como un marxista heterodoxo, pero marxista al fin y al cabo y qué prueba más evidente para demostrar lo anterior que los altos cargos que ocupó en el Gobierno de Fidel Castro, una vez tomada y derrotada Cuba por las hordas revolucionarias comandadas por estos dos personajes junto a otro que su nombre siempre ha despertado cierta gracia en mí, Camilo Cienfuegos. Pues sirvan estas líneas como exposición de motivos para ver la diferencia entre el Marxismo y el Anarquismo desde el punto de vista semántico atendiendo a la definición de Anarquismo y Comunismo dadas por la R.A.E.
En dicho diccionario, encontramos dos acepciones para el término Anarquismo:
1.- Doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder.
2.- Movimiento social inspirado por esta doctrina.
Para el término Comunismo encontramos tres acepciones que son las siguientes:
1.- Doctrina que propugna una organización social en que los bienes son propiedad común.
2.- Doctrina formulada por Karl Marx y Friedrich Engels, teóricos socialistas alemanes del siglo XIX, y desarrollada y realizada por Lenin, revolucionario ruso de principio del siglo XX, y sus continuadores, que interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, de la que haya desaparecido el Estado.
3.- Movimiento político inspirado en esta doctrina.
Atendiendo a dichas definiciones, se pueden observar diferencias solventes entre ambas. Yo veo una diferencia fundamental entre la definición número 1 de Anarquismo y la definición número 1 de Comunismo. La anarquía propugna la desaparición de todo poder, así como del Estado, mientras que el Comunismo propugna una organización social en que los bienes... etc. Bien, primera diferencia, que es la esencia de la incompatibilidad de ambas ideologías. Sí es cierto que el fin último del Comunismo es la desaparición del Estado, hecho este que jamás ha ocurrido en los regímenes comunistas. Es más, dichos sistemas políticos siempre han tenido como pilar de sustento su base estatal y si no pensar en la antigua Unión Soviética o las actuales Cuba, China o Korea del Norte. Pero el Comunismo asume la desaparición del Estado (de manera teórica, nunca llevado a la práctica) con una visión internacionalista de su ideología, como ausencia de fronteras entre Naciones, no como un vacío de poder como sí asume como propio el Anarquismo. De hecho en la segunda acepción de Comunismo queda patente mi tesis: ... que interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción. Todos los regímenes comunistas que se han implantado en alguna nación han quedado en la mal llamada dictadura del proletariado, ninguno ha conseguido la internacionalización que tanto ansían.
En definitiva, que el Comunismo allí donde ha sido implantado o impuesto, ha quedado, queda y me atrevo a decir que quedará si alguna nación lo asume, como una férrea dictadura, con el Estado como principal motor de la vida política, social, económica y cultural, con un militarismo exhacerbado y con el culto al líder como guía "espiritual" de la nación.
Por todo lo anterior, me sorprendió la actitud de Cifuentes en el concierto, llevando la camiseta del Che Guevara y a su vez pidiendo la anarquía con gestos y palabras. Pero no es el único que quizás confunda los términos. Como dicen por ahí, mal de muchos, consuelo de tontos.
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