La historia de las matemáticas está plagada de datos y anécdotas cuanto menos curiosas que a todos aquéllos que sentimos cierta simpatía por los números nos suscitan cierto interés. Hoy voy a traer aquí una de esas curiosidades de las matemáticas que hace unos años se puso de moda debido a su aparición en el best seller El Código Da Vinci. Se trata del número Phi, también conocido como número de oro, número áureo, divina proporción y otros cuantos calificativos más que no os será difícil encontrar dándose una vuelta por la red.
Matemáticamente, Phi es un número irracional, que para explicarlo de una manera fácil, podemos decir que tiene infinitos números decimales no periódicos. Su valor es 1,61803399 y como he dicho anteriormente infinitos decimales, aunque físicamete, con los que he puesto es más que suficiente para trabajar con dicho número. Pero ¿de dónde viene ese número? No es objeto de este post desarrollar geométrica y matemáticamente el valor de Phi, pero sí es justo mencionar la expresión matemática de donde sale el valor de dicho número. Dicho resultado se obtiene de desarrollar la expresión "uno más raíz de cinco, dividido todo ello por dos" y esta expresión tiene varias demostraciones, tanto matemáticas como geométricas, pero no es el tema de esta entrada como he comentado anteriormente. Phi, fue descubierto en la antigüedad, no como una unidad en sí mismo, si no como relación o proporción, y su nombre se debe al escultor griego Fidias.
Pero centrémonos en algunas de las curiosidades del número áureo. A finales del siglo XII y comienzos del XIII, un matemático de apodo Fibonacci estaba modelizando la reproducción de conejos mediante un algoritmo matemático. Gracias a esto apareció la famosa sucesión de Fibonacci (también conocida por el libro de Dan Brown El Código Da Vinci) que posiblemente a todos nos suene: 0,1,1,2,3,5,8,13,21,34... Cada término de la sucesión se halla sumando los dos inmediatamente anteriores. Pues bien, esta sucesión cumple la proporción del número Phi, a partir de su tercer término y cuanto más nos alejemos del valor inicial, su límite más se acerca a la divina proporción. Tan sólo tenemos que dividir el término (n) de la sucesión entre el término (n-1) para obtener un número cercado a Phi.
El número áureo también está presente en las megaconstrucciones egipcias, sobre todo las pirámides como proporción arquitectónica de resultados agradables a la vista como se ha demostrado en el arte y la arquitectura a lo largo de los siglos desde que hará alrededor de tres milenios empezó a usarse el número de oro. Otro ejemplo lo tenemos en la torre Eiffiel de París, que la base de dicha torre y su altura, guardan una proporción cercana a Phi.
También encontramos dicha proporción en los mejores violines de la historia de la humanidad, los violines Stradivarius que guardaban una proporción perfecta con el número Phi. Estudiosos de todas las épocas establecen una relación directa entre el sonido inigualable de dichos violines y la divina proporción.
El número de oro también está presente en multitud de ejemplos de la naturaleza como la cantidad de abejas macho y hembra en un panal de abejas, la relación de las nervaduras de las hojas de los árboles, la distribución de las hojas en un tallo y cómo no, en la anatomía humana donde el ejemplo más clarificador que podemos ver es el hombre de Vitrubio plasmado por Da Vinci de manera maravillosa.
Esto tan sólo son unos pocos ejemplos de los cientos y cientos que hay y hacen referencia al número áureo o número Phi. Desde aquí os animo a todos a investigar un poco más poniendo "número Phi" en google y ver la cantidad de anécdotas y curiosidades que giran en torno a dicho número. Los que investiguéis un poco más, podréis ver la relación de Phi con ciertos algoritmos matemáticos aplicados a computación, pero esto corre de vuestra parte... quizás algún día hable sobre ello.
Twittear